Tuesday, August 27, 2013

Dios quiere que seas feliz...


Dios quiere que seas feliz... Dios lo quiere... Es difícil creer e internalizar esto en medio de una sociedad lo suficientemente religiosa como para hacernos pensar que en vez de verte feliz, Dios lo que desea es que te hundas en un destructivo sentimiento de culpa. "Mea culpa, mea culpa" es el clamor que nos enseñaron en la Iglesia Católica; y ni mencionemos algunos de los discursos de las iglesias evangélicas que, tan solo mencionarlos, llenan nuestro ser de un peso de culpa que nos estanca en la vida. Pero, en serio... Dios te creó para que fueras feliz. Ya sé que algunos y algunas de profundo espíritu religioso encontrarán estas palabras contrarias a la verdad y hasta las considerarán una apostasía, herejía, falsa doctrina, etc... Pero ¿sabes qué? En las noches todos ellos y ellas se acostarán a dormir, y tú quedarás sol@ con tus culpas y sin poder tener una relación saludable con Dios. Es necesario que, más allá de las opiniones de quienes no lo comprendan, seamos felices.
Yo no tenía idea de que existía un Centro de Datos de Felicidad Mundial, pero si, existe en Rotterdam; hay gente que estudia y analiza la felicidad. La pregunta que nos surge es: ¿qué es la felicidad? En Google aparecen aproximadamente un millón de definiciones. El Centro que hablamos dice algunas cosas interesantes acerca del tema. Por ejemplo, que la gente que pasa más de una hora de viaje al trabajo son significativamente menos felices, lo cual nos hace, a las víctimas del tapón de P.R. ¡vulnerables a la infelicidad!! Que la gente mayor de edad es más feliz, porque han aprendido a vivir mejor... Que quienes viven una vida activa son más felices; y, en el caso de los hombres, si se consideran atractivos, son más felices... Finalmente me llama la atención que el país considerado el más feliz del mundo es Costa Rica, nada que ver con grandes ingresos per capita, o grandes acumulaciones de riqueza; porque la felicidad puede estar en un camino distinto al que siempre nos indicaron que se encontraba....
En términos generales está comprobado que la verdadera felicidad no depende de circunstancias externas, sino que es un estado emocional, condición interna. La ausencia de problemas no es felicidad, por el contrario, se es feliz a pesar de los problemas. El éxito no es sinónimo de felicidad, de hecho puede llegar a ser una razón de infelicidad; y tener, no implica ser feliz.
Dios te creó para la felicidad, de hecho te llama feliz, a pesar de las circunstancias que te hayan tocado vivir. Y ¿cómo puedo estar tan seguro de esto? Pablo dice que el fruto, o sea, lo que provoca el Espíritu en nuestra vida es primeramente amor, y en segundo lugar gozo. (Gal. 5:22) Ahora bien, gozo puede ser malinterpretado por una experiencia momentánea o pasajera, pero en el idioma original, "jará" se trata de una experiencia permanente, de un estilo de vida; por lo cual la mejor traducción es felicidad. Eso es lo que Dios provoca en nuestras vidas: felicidad, y tienes derecho a sentirla plenamente.
Entonces un día Jesús quiso predicarle a la gente en un monte (Sermón del Monte, según Mateo 5) y ¿sabes como comenzó su predicación? Con la felicidad. Bienaventurados los tales y cuales... la palabra que se traduce como bienaventurados es "makarios" que significa en griego felices. Verás, Jesús no dijo, como un verbo futuro: serás feliz; él dijo felices en forma de sustantivo, porque para Él, felicidad es lo que te define, es tu identidad, tú ERES FELIZ, y eso es una afirmación divina... Eres feliz, no como una promesa futura, sino como aquí y ahora. Felices aun los que lloran; porque a pesar de... Dios, que te creó y te conoce te dice: Eres feliz... ¿lo puedes creer? ¿lo puedes aceptar? ¿lo puedes recibir?
Lo que puedes controlar y no te deja ser feliz; cámbialo para la felicidad, Su deseo para tí...
Lo que no puedes controlar, abrázalo, acéptalo, y sé feliz a pesar de...

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