El lado oscuro de nuestra vida...

Nadie puede decir que no lo tiene. Algunos lo llaman la vieja criatura, otros lo llaman la "carne"; y algunos, la vocecita del diablillo que le susurra al oído... En mi época de infancia sabíamos que en la épica "Star Wars" había un lado oscuro que siempre llamaba la atención de nuestro héroe Skywalker. Hay un lado oscuro que siempre estará ahí, sin importar cuánto intentemos obviar su presencia. De hecho, mientras más intentes pretender que no existe, más fuerza tendrá, y más crecerá arraigado en lo que han llamado tu inconsciente...

De los más asombrosos descubrimientos que he investigado publicados por la astrofísica ha sido que la luz estuvo presente desde el primer microsegundo de la existencia de el Universo. Antes de existir los átomos y los elementos, la luz fue. En el momento en que la singularidad estalló (Big Bang) hace 13,700 millones de años, lo primero que se liberó fueron los fotones (partículas de luz). Tardó 300,000 años para que la materia se pudiera separar de la luz. Lo asombroso es que Génesis 1, escrito probablemente durante la era de hierro, en una cultura precientífica, dice que lo primero que Dios creó por su palabra fue la luz (Gn. 1:3). Durante mucho tiempo los intérpretes de la Biblia no podían comprender como podía existir la luz sin las estrellas y el Sol; pero hoy sabemos que la Ciencia ha confirmado que esta vino primero. Ahora bien, el verso 2 dice que todo estaba desordenado y vacío (caos) antes de ser alumbrado. Esto no es solamente una lección científica, sino mucho más. Cuando hay desorden y caos, lo primero que Dios provoca es la luz. De manera que hay que mostrar el "desastre" con toda claridad para que entonces pueda llegar el orden divino que provoque a Dios decir que: "era bueno"...

El Evangelio según Juan comienza también con un génesis, un nuevo comienzo; hablando de quien estuvo desde el principio: el Verbo (la Palabra, el Logos). Es en ese primer capítulo que el autor nos afirma que: "en El estaba la vida, y la vida era la luz...". En otras palabras Jesús es luz para la vida de los seres humanos. Porque todos y todas tenemos ese lado oscuro que es desorden, vacío, caos. Puedes pretender que no existe; pero está ahí, en los peores casos, en tu inconsciente guardado. Esas compulsividades, obsesiones, vicios, incapacidad de amar, sentimiento de culpa, descontrol, y muchas otras son consecuencias del lado oscuro, del caos, del desorden. Pero, ¿a quién le gusta que alumbren los cuartos regados? ¿quién se siente cómodo cuando exponen nuestros traumas, heridas y experiencias dolorosas? Puedes pretender que no hay desorden, caos o vacío, pero cuando Jesús está en nuestra vida, Él es luz. Luz que incomoda, pero solo para liberar...

El sicólogo Karl Jung dijo: "Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú lo llamarás destino." Eso es oscuridad...

Que hoy escuches al Dios cuyas palabras retumban desde la eternidad: Sea la luz...

Que esa luz alumbre hoy nuestro inconsciente para no ser esclavos y esclavas de la oscuridad y el desorden...

Que la luz, Jesús, hoy te incomode porque puede ser el principio de una vida plena...