Tuesday, November 26, 2013

El día que desempleamos a Dios 2 (El polvo de sus pies)


Entonces.... ya se dieron cuenta en el último blog (si no lo has leído, búscalo antes de hacer esta lectura) que la educación en las Escrituras de un judío era algo muy serio e importante. Sin embargo, de las tres etapas, la mayoría solo participaba de la primera, y luego continuarían la profesión de sus padres. El reducido y exclusivo grupo de aquellos que representaban lo mejor de lo mejor tenía derecho a seguir a un rabí y convertirse en sus discípulos (tamidim) siempre y cuando este le dijera las palabras "lej ajarai" o sígueme. Este era el mayor honor para un estudiante de las Escrituras porque significaba que tu rabí, aquel que habías escogido para seguir; creía en tí, creía que tenías lo que se necesitaba para llenar sus zapatos. Algún día el discípulo sería también un rabí.
Ahora bien, Jesús no era un desempleado en su época. Su profesión era artesano (teknón en griego). Esto podía significar carpintero, pero también albañil, picador de piedras, agricultor, etc. Sin embargo, Jesús debe haber pasado por estas etapas de educación, por una razón bien sencilla: a los 30 años era un rabí. ¿Recuerdan? A los doce años, dice Lucas, que estaba en el Templo discutiendo acerca de las Escrituras con los doctores de la Ley. Él fue (en su humanidad) un estudiante de las Escrituras, y de los mejores (¡o el mejor!!!). Sin embargo, es probable que por la muerte prematura de su padre, como hermano mayor, haya tenido que hacerse cargo de su familia trabajando como artesano; pero a los 30 años retoma su proceso y se convierte en un rabino. Los rabinos predicaban y esperaban que los estudiantes, muchachos de entre 15 a 18 años, se acercaran para ser sus discípulos (Bet Midrash, ¿recuerdan?). Sin embargo este rabí era distinto. Verán, Jesús era un rabino muy ambicioso, ¿sus pretenciones? Cambiar el mundo... ¿A quién reclutarías para cambiar el mundo? ¿Artistas famosos, científicos importantes, escritores exitosos? Probablemente... pero este maestro está buscando discípulos en el Mar de Galilea. (Marcos1) ¿Y cómo es eso? Los pescadores eran parte de los "loosers", de los "dropeaos", de los "colgaos". No era el tipo de personas que buscarías para cambiar el mundo. Eso no es lo único, estos muchachos eran jóvenes entre 15 y 20 años, (a diferencia de como nos presenta Hollywood los discípulos, como viejos "joroba'os") y eran parte de los que no habían merecido el derecho a seguir a un rabí por no ser de los mejores estudiantes. Allí estaba Jacobo y Juan pescando con su padre, porque eso era lo que les había tocado.... Llega el rabí Yeshua ben Yosef, el de Nazaret y les dice "sígueme"... ¿En serio?? ¿Sígueme? A un corillo de chamaquitos sin futuro, sin estudios, señalados por la sociedad como los "quedaos"; que no pasaron las distintas etapas; que no fueron lo mejor de lo mejor; Jesús les dice: "sígueme". Es decir: yo creo que ustedes tienen lo que se necesita para llenar mis zapatos; yo creo en ustedes; yo creo que pueden ser igual a mí...
Un día en su última cena con estos muchachos, el Evangelio de Juan menciona que Jesús les dice: "No me escogieron ustedes a mí, yo los escogí a ustedes"; y era cierto. Ellos no escogieron seguir a este rabí, de hecho aunque hubiesen querido, otro rabí no los hubiese aceptado en su círculo. Jesús vio en ellos lo que nadie pudo ver, porque así es nuestro rabí Jesús...
Nuestro rabí no está desempleado, está activamente en el siglo 21 buscando gente que puede llenar sus zapatos; pero cuando este Maestro presenta sus opciones para cambiar el mundo, te aseguro que no llenan las expectativas de quienes quisieran desemplearlo... la gente religiosa, que pretenden que llenemos sus propios estándares antes que los de este rabí que, a veces pienso que por "locura divina", cree que yo... puedo llenar sus zapatos y ser como Él. ¿Llamados y escogidos? Tu rabí te ha llamado por tu nombre y te ha dicho: "lej ajarai, sígueme" porque no lo escogiste a Él, Él te escogió a tí, porque vió en tí lo que nadie pudo ver...
El Rabí está llamando gente que quieran ser como Él, y soñar con Él que podemos cambiar el mundo. Ese es su empleo, y quiere que sea el tuyo... 
Cuando un discípulo seguía de cerca a su maestro en las calles polvorientas de Israel, el polvo que sus pies levantaba los cubría. Cuando llegaban a los lugares la gente sabía que habían seguido a su maestro porque estaban llenos del polvo de sus pies. Este era el más grande honor. De ahí surge aquella bendición antigüa: "Que puedas seguir a tu rabí, y que seas cubierto del povo de sus pies..."
Que hoy la gente sepa que tú y yo seguimos a nuestro rabí, aunque no pertenecíamos al círculo exclusivo que tenía derecho a seguirlo, porque Él nos escogió a nosotr@s...

Que seas hoy cubierto del polvo de los pies de tu rabí Jesús...

4 comments: