Friday, July 12, 2013

Los "Polvitos Mágicos" de Dios...

Muchos crecimos con las historias de Peter Pan y su (Tinkerbell) Campanita. Para que la gente volara lo único que tenía que hacer era echarles los "polvitos mágicos" de Tinkerbell y listo. Ahora bien, si nunca viste a Peter Pan, tienes que haber tomado alguna vez Kool Aid o Tang. Era como esos "polvitos mágicos" que podíamos echarle al agua, lo movíamos y listo, color y sabor nuevo... Y, ¿esto que tiene que ver con este blog? Pues bien sencillo, creo que hay personas que tienen esta imagen en la mente cuando piden a Dios que bendiga sus vidas. Si te fijas bien, en un servicio de cualquier iglesia, probablemente se repita la palabra bendición más de 20 ocasiones. Que si: "Dios te bendiga"; que si "Dios bendíceme"; que si "bendice a fulano"; que si "busca tu bendición"; y seguimos pensando que Dios derramará unos "polvitos mágicos" que cambiarán nuestra vida, nuestras parejas, nuestros hijos, y ¡seremos finalmente felices! Pero, la bendición es mucho más que eso...
Pablo dice: "Bendito sea el Padre... que nos bendijo con toda bendición... en Cristo." (Efesios 1:3) O sea, que no se trata de bendecir a Dios para ver si algún día nos bendice, sino todo lo contrario: bendecimos a Dios porque YA hemos sido bendecidos por Él. Si no te sientes bendecid@, jamás podrás experimentar lo que realmente significa bendecir al Padre. Y, ¿qué es bendición? La palabra que utiliza la Biblia es, en griego, "eulogía". Esto significa literalmente: buena palabra. Es decir, cuando bendices, dices una buena palabra acerca de algo o de alguien. Cuando le dijiste a tu amig@: "Yo voy a tí", "lo vas a lograr", "creo en tí"... lo estabas bendiciendo; y cuando le dijiste a tu hija: "eres bella, inteligente y vas a llegar lejos en la vida"... la estabas bendiciendo. Estoy tratando de decirte que Dios ha dicho una buena palabra acerca de tí desde la eternidad; y no se trata de si Dios la dijo; sino de si lo creemos y la recibimos. Solo entonces nos sentiremos bendecidos y bendecidas. 
En el Génesis se muestra un atributo importante de la palabra que Dios habla: tiene poder creativo. Dios dijo: Sea la luz; y la luz fue hecha; la buena palabra que Él ha dicho acerca de tí tiene el poder de crear todo lo que falta en nuestra vida. Por lo tanto, no se trata de que Dios me bendiga para salir del "hoyo" en el que me encuentro, sino de creer que ya ha dicho una buena palabra acerca de mi vida la cual va a crear todo lo necesario para que esa palabra se cumpla... El texto dice: "nos bendijo", esto es pasado. Dios tuvo algo bueno que decir de tí antes de que existieras porque desde la eternidad estuviste en su corazón.
Yo era un jovencito muy introvertido y tímido. Mi niñez fue difícil; y estaba lleno de complejos. Un día Dios me dejó saber esa buena palabra que desde la eternidad había dicho acerca de mi vida. A los 16 años me dijo: "Eres un proclamador de mi palabra". Yo no podía creer la opinión que Él tenía de mí; y pensé: "es imposible". Pero, mi hermano y mi hermana esa palabra crea en nuestra vida todo lo necesario para que nuestro destino se cumpla...
Que hoy tengas algo bueno que decir (bendición) acerca del Padre; porque sabes, sin duda alguna, que Él ha dicho algo bueno (bendición) acerca de tí desde la eternidad...
Que puedas comprender que esa bendición trasciende tu propia realidad, y tus propias circunstancias porque sin importar lo que veas hoy, esa palabra está creando...
Que puedas abrir tus oídos para escuchar al Padre cuya voz retumba desde la eternidad diciéndote: "Yo voy a tí", "lo vas a lograr", "creo en tí", "a mi lado llegarás lejos" y que puedas decir: "¡AMÉN!"


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