Que la Biblia
dice que ni una hoja de un árbol se mueve si Dios no lo permite...
Esta es otra de
las "citas bíblicas" que la gente sube a su status del
"face", o menciona en alguna conversación, y nisiquiera se encuentra
en las páginas de las Escrituras. Sin embargo, el pensamiento que encierra esa
frase es lo que mucha gente cree, o al menos lo que afirman creer: un Dios que
tiene el control de todo...
Es interesante
que mientras más lejos en el pasado nos movemos en la historia de las
religiones, más marcado encontramos presente el concepto de dioses y diosas
que, de distintas maneras, controlaban las vidas y el destino de los seres
humanos en estos paradigmas religiosos primitivos. La arqueología nos ha
revelado las expresiones más arcaicas de conciencia religiosa en culturas
tribales antiquísimas. Los dioses y diosas eran vistos como entes que
controlaban los factores que se encontraban más allá de los seres humanos.
Cualquier desastre natural era visto como el resultado de la ira de los dioses,
lo cual se solucionaba con sacrificios, hasta el punto de sacrificar seres
humanos. Luego encarnaron los propios dioses en los elementos naturales. De tal
manera que la lluvia, la sequía, los volcanes activos, las tormentas, los ríos,
los mares, todo eran dioses y diosas que controlaban la realidad humana. Se
vivía a la merced de estos seres divinos, su voluntad, su ira, su envidia, etc.
La cultura
griega, heredada por los romanos, era muy enfática en sus mitologías y en su
religión. La mayoría de los dioses y diosas "buenos" habitaban el
Monte Olimpo. Desde allí Zeus y sus secuaces controlaban la vida humana y su
destino como fichas de ajedrez. Envidiaban a los hombres y a las mujeres, se
airaban contra estos por capricho en ocasiones. A las personas les quedaba
solamente la resignación, pues su vida estaba controlada por una esfera divina
que les trascendía...
Algunos y algunas
han heredado esta conciencia religiosa de miles de años atrás, incluso la han
insertado en expresiones del cristianismo. Estas personas interpretan la vida y
sus acontecimientos como una nueva "jugada de ajedrez" del Ser
Divino. Esto sería en ocasiones muy conveniente para quienes son
"alérgicos" a tomar responsabilidad de sus vidas. Convertirse en
agentes pasivos que simplemente reciben lo que es la "voluntad de
Dios" para si mismos, y de esa manera convertir a Dios en la causa de lo
bueno y lo malo que les sucede... El problema es que, en algunas ocasiones, las
"cosas malas" de la vida se pueden deber a malas decisiones,
irresponsabilidades, inacción, miedo, etc. Esto no proviene de un Dios que está
en control, sino de nuestras propias decisiones, buenas o malas... Esto, en
muchas ocasiones mis herman@s, se llama escapismo. ¿Cómo escapo de mi realidad?
Afirmando: "Es que Dios tiene el control"...
¿Quién es el
protagonista de tu vida, tú o Dios?
Desear obedecer
el deseo y propósito divino para nuestras vidas no implica que dejemos de ser
l@s protagonistas de nuestra existencia. Sé que esto que acabo de decir suena
fuerte para mucha gente, pero no lo descartes como algo que "no
edifica" todavía... Conozco demasiadas personas que se han estancado en la
vida, que no crecen, que no dan fruto, simplemente porque no se atreven a tomar
decisiones, pues piensan que Dios tiene control absoluto de sus existencias.
Pues afirmaré dos cosas en este momento:
1. Dios te ha
hecho el protagonista de tu vida.
2. Dios no tiene
el control absoluto de tu existencia.
¿Creo que el
Creador tiene un propósito y un plan con nuestra vida? Si...
¿Creo que hay una
voluntad (deseo en el idioma original) divina para nuestras vidas? Si...
¿Contradice esto lo que estoy afirmando aquí?
No...
La Biblia se distingue de otros libros religiosos
de la antiguedad en varios aspectos. Uno de los más importantes es el
testimonio de la creación del Universo y los seres humanos. Si comprendemos el
relato de Génesis acerca del origen de la humanidad, sabríamos que la enseñanza
es mucho más que saber cuál es el fruto que comieron Adán y Eva... Precisamente
se destaca del relato la libertad humana. La libertad de decisión que, entre
todas las criaturas, solo el hombre y la mujer recibieron. Es un don que tiene
sus ventajas, pero también sus responsabilidades inherentes.
¿Dios controló los eventos que ocurrieron en el
relato de Edén? La clara intención del autor es demostrar que no. El Creador no
fue responsable de las decisiones de los seres humanos porque estos tenían el
don de la libertad. ¿Fue injusto el Creador en el relato? Si hubiese tenido el
control de lo que ocurrió allí, entonces sí. Sin embargo, el Creador decide
auto-limitarse, siendo soberano, para que el ser humano tuviese la libertad de
elegir su destino y el libreto de su vida. Por tal razón, los seres humanos
somos protagonistas de nuestra existencia, Dios nos ha concedido ese preciado
don.
Creo que fuímos creados con un diseño y para un
propósito, pero tenemos el poder, dado por el Creador, de elegir vivir ese
diseño o no. Porque tú y yo somos responsables de nuestra vida y protagonistas,
así lo quiso el Creador.
Levántate hoy, nadie va a vivir la vida por ti,
y Dios quiere que la vivas plenamente en Él (vida en abundancia)...
Dios no está jugando ajedrez con tu destino,
ser humano es poseer un poder invaluable, el poder de la decisión, el poder de
escribir el libreto de nuestras vidas según el diseño de Dios o no. Está en mis
manos, está en tus manos...
Mucha gente no recibirá esto con los brazos
abiertos, pero, ¿no será que les aterra saber que son responsables de sus
vidas? ¿Prefieren continuar vivendo un falso escapismo de que Dios tiene el
control para no hacer lo que les toca? ¿Será por miedo a fracasar en el intento
de construir su destino? No sé todas las respuestas, pero de algo estoy seguro:
Dios está contigo, y estará contigo hasta el final. En ocasiones cometeremos
errores, es parte de ser humanos, pero Dios está ahí siempre, y a pesar de
nuestros desaciertos nos ayudará y sostendrá en el proceso de ser buenos y
buenas protagonistas de la vida que nos ha regalado...